Que he regresado a mis "estados pollales"
Esto quiere decir que luego de los primeros sorbos de una cerveza me ha dado vueltas la cabeza.
¡Cómo cambiamos!
Nunca he sido la súper juerguera ni tomaba todos los fines de semana. Era la típica sonriente que tomaba unos cuantos vasos, seguí sonriendo, tomaba algo más, bailaba, ya me daba cuenta que el alcohol estaba en mi organismo, sonreía más, otros vasos Y YA.
Obviamente no voy a pecar por santurrona ni nada por el estilo, he vivido algunas borracheras que recordaré como anécdota de la vida, pero nada grave -felizmente-
Ahora que soy mamá que he dado de lactar y además el alcohol y yo nos hemos distanciado mucho, cuando me han invitado una botella de cerveza de 330 ml ¡ha movido todo mi mundo!
Definitivamente todo cambia, todo.
4 comentarios:
jajajajaja y te vas a alejar mas cuando tu bebe, se acerque a ella! jajaja
ya te imagino persiguiendola chancleta en mano! jajaja
No tener cultura etílica dice bien de tu persona.
Me causa risa, porque a mi me pasa lo mismo jaja
Con más responsabilidades y horas de trabajo encima, ya nada es igual.
Saludos
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